¿Qué es la enfermedad de células falciformes?
La enfermedad de células falciformes afecta a una proteína de uno de los tipos de células que circulan en la sangre: los glóbulos rojos. Las proteínas se comportan como mensajeros, viajando por el cuerpo para realizar las tareas necesarias para el mantenimiento del organismo. Los glóbulos rojos están repletos de unas proteínas llamadas hemoglobina (HbA), que transportan el oxígeno por todo el cuerpo.
Los glóbulos rojos generalmente tienen forma de disco y son flexibles, lo que les permite introducirse fácilmente en los vasos sanguíneos pequeños. En las personas con enfermedad de células falciformes, en lugar de la HbA normal, se produce hemoglobina falciforme (HbS). Las proteínas de la HbS pueden agruparse en forma de barras rígidas que distorsionan los glóbulos rojos en forma de hoz (curvados o en forma de media luna). Debido a que los glóbulos rojos falciformes son rígidos y pegajosos, también pueden atrapar otras células sanguíneas, como glóbulos blancos y plaquetas, y formar grupos en los vasos sanguíneos. Esto provoca obstrucciones en los vasos sanguíneos que impiden que la sangre y el oxígeno lleguen a partes del cuerpo. Las obstrucciones también pueden provocar episodios o crisis de dolor, que también se conocen como episodios vasooclusivos (EVO) o crisis vasooclusivas (CVO). Con el tiempo, las obstrucciones repetidas pueden dañar los órganos y otras partes del cuerpo.
¿En qué lugares del mundo hay personas afectadas por la enfermedad de células falciformes?
La enfermedad de células falciformes es una enfermedad hereditaria de la sangre que afecta a más de 20 millones de personas en todo el mundo. La condición de "portador" de la enfermedad de células falciformes ("rasgo falciforme") generalmente no presenta síntomas y protege contra la malaria. Por ello, la enfermedad de células falciformes es más común en las regiones afectadas por la malaria, como algunas zonas de África, Oriente Medio, India y la región mediterránea. Sin embargo, la inmigración desde estas regiones a otras partes del mundo ha llevado la enfermedad de células falciformes por todo el mundo. El mapa que aparece a continuación muestra el número de bebés que nacen con anemia de células falciformes (la forma más común de esta enfermedad) en diferentes partes del mundo. Los investigadores estiman que cada año nacen entre 300 000 y 400 000 bebés en todo el mundo con la enfermedad de células falciformes.
¿Cómo se hereda la enfermedad de células falciformes?
Los genes contienen ADN, que indica al organismo cómo producir diferentes proteínas. Las personas heredan genes tanto de la madre biológica como del padre biológico: cada gen tiene dos copias, una de cada progenitor. El color de los ojos y del cabello son ejemplos de rasgos visibles que se heredan genéticamente (a través de los genes).
Los genes también determinan el tipo de proteínas de hemoglobina que se produce. Para nacer con la enfermedad de células falciformes, un niño debe heredar al menos una copia del gen de la HbS y también tener un cambio en la otra copia de su gen de la hemoglobina, en lugar de un gen de la HbA normal. Las personas con la enfermedad de células falciformes heredan dos copias del gen de HbS o una copia del gen de HbS más otra variación del gen de la hemoglobina (por ejemplo, una variación denominada beta (β)-talasemia [Hbβ+/Hbβ0] o hemoglobina C [ HbC]).
El rasgo de células falciformes es una condición de portador "silenciosa" causada por la herencia de un único gen de HbS. El rasgo de células falciformes no suele causar ningún síntoma, pero las personas que lo padecen tienen la posibilidad de transmitir su gen de HbS a todos los hijos que tengan.
¿Cuáles son los síntomas y las complicaciones de la enfermedad de células falciformes?
La enfermedad de células falciformes puede afectar a todas las partes del cuerpo.
Los síntomas más comunes de la enfermedad de células falciformes son las crisis de dolor, que se producen cuando los glóbulos rojos falciformes provocan obstrucciones en los vasos sanguíneos. Las crisis pueden ser impredecibles y extremadamente dolorosas, y son el motivo más común de tratamiento de urgencia y hospitalización en personas con enfermedad de células falciformes.
Además de las crisis de dolor, las obstrucciones de los vasos sanguíneos pueden tener otros efectos en todo el organismo. Estos van desde el síndrome torácico agudo hasta el secuestro esplénico (glóbulos rojos falciformes atascados en el bazo), priapismo (erecciones prolongadas y dolorosas) y un mayor riesgo de accidente cerebrovascular tanto en adultos como en niños.
Además, con el tiempo, las obstrucciones repetidas y las crisis de dolor también provocan dolor a largo plazo (crónico) y daños en órganos y tejidos vitales. Estos se ilustran en el diagrama siguiente.
¿Cómo se trata la enfermedad de células falciformes?
La mayoría de los tratamientos actuales para la enfermedad de células falciformes tienen como objetivo reducir las crisis dolorosas, pero no todos están disponibles en todos los países:
Actualmente, el trasplante de células madre es la única forma de curar la enfermedad de células falciformes. No se realiza con mucha frecuencia, ya que puede ser difícil encontrar donantes adecuados, pero puede ofrecerse a algunos pacientes que se beneficiarían del procedimiento.
Las personas con la enfermedad de células falciformes también reciben tratamientos preventivos para tratar de reducir el riesgo de ciertas complicaciones.
Algunas personas con la enfermedad de células falciformes pueden utilizar métodos adicionales para controlar el dolor asociado con su afección, como mantenerse hidratado, técnicas de distracción o acupuntura. Sin embargo, lo que funciona para algunos puede no funcionar para otros: cada persona debe trabajar con su médico para encontrar la mejor manera de controlar su enfermedad de células falciformes.
Los investigadores siguen buscando opciones de tratamiento más eficaces para los pacientes con enfermedad de células falciformes en los ensayos clínicos en curso.
Referencias: